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El sicópata de Alto Hospicio

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Hace un tiempo, en la localidad nortina de Alto Hospicio, una decena de jovencitas fueron sistemáticamente secuestradas violadas y asesinadas por un tranquilo vecino del que nadie sospechaba absolutamente nada.

Guido Utreras pasaba por la carretera cuando vio a una estudiante tapada en sangre "haciendo dedo" (auto-stop). Atónito retrocedió a buscarla. Ella le rogó que la llevara al hospital porque un caballero en un auto blanco había intentado violarla. Se trataba, nada menos, que del denominado sicópata de Alto Hospicio. .

Unas cuantas horas después de este encuentro, aquella niña, conocida hasta ahora sólo como Bárbara N, de 13 años, acabó con la historia criminal de Julio Pérez Silva, el peor asesino en serie de la historia de Chile. Fue el 4 de octubre del año 2001.

Pero, ¿quién es este silencioso desconocido que violó y mató sin dejar huellas, sin despertar sospechas? ¿Qué lo llevó a repetir, al menos nueve veces, un ritual de muerte que durante casi tres años logró esconder en la paupérrima soledad de Alto Hospicio?
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El hombre menos pensado

Sus inicios se remontan a Puchuncaví. Guillermina Cisternas, una ex vecina de Pérez Silva en esa localidad, estuvo muy pendiente de las noticias la noche de la captura del sicópata de Alto Hospicio. "Me di cuenta que era él, sin que nadie me lo dijera. Lo conocí por su cuerpo. No se veía su rostro porque lo traía tapado con un poncho. Sabíamos que estaba en Iquique, así que por eso sabíamos que era él".

El "Segua", como le decían en su infancia, pasó la mayor parte de sus 38 años entre las calles de Puchuncaví. María Pérez, directora, en ese entonces, del colegio donde estudió, dice que siempre lo vio como un alumno tranquilo, callado e introvertido. "Teníamos un grupo de la cruzada eucarística, cuyo lema es oración, sacrificio y apostolado, nada que ver con lo que pasó, y él participaba."

Julio Pérez Silva se casó a los 22 años con Mónica Cisternas, oriunda de La Calera, y tuvieron dos hijas. Luego, convivió 5 años con Marianela Vergara, quien ya tenía otras dos hijas. Con ella regresó a Puchuncaví y cosechó fama de buen esposo.

A mediados de los noventa emigró a Iquique buscando mejores oportunidades de trabajo. Comenzó cargando sacos de sal. En una fiesta conoció a Nancy Boero, 14 años mayor que él y con 6 hijos. A las dos semanas ya vivían juntos y luego se establecieron en Alto Hospicio, en un sector conocido como La Negra. Más tarde se cambiarían a Autoconstrucción, otro sector de la localidad.

Al poco tiempo, abandonó los sacos de sal y empezó a operar como taxista pirata ocasional. El tímido "Segua" de Puchuncaví era otro al volante.

Su lado oscuro

El 17 de septiembre de 1998, recogió en la costanera de Iquique a Graciela Montserrat Saravia, de 17 años. Según su confesión, le ofreció dinero a cambio de sexo. Todo iba bien hasta que ella habría intentado robarle. Enfurecido, la golpeó hasta matarla y la abandonó en una playa.

Lavado y peinado, como lo haría siempre después de cada ataque, Julio Pérez siguió dedicándose a su casa y a sus vecinos como un hombre modelo.

El 24 de noviembre de 1999 le ofreció a Macarena Sánchez, de 13 años, acercarla en su auto hasta el liceo. Luego de amenazarla con un cuchillo y violarla, le amarró las manos arrojándola al interior del Pique Huantajaya.
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Como siempre, aquel día, Pérez Silva estaba de regreso en su casa temprano, borrando huellas de su cuerpo, del auto y de su ropa. Nada extraño en un hombre casi obsesivo por el lavado.

En el verano de 2000 algo detonó en el interior de este hombre. En febrero atacó dos veces en menos de una semana. Primero fue a Sara Gómez. Tres días después, a Angélica Lay, una promotora de teléfonos celulares de 23 años.

Una y otra vez, Julio Pérez Silva repitió la misma rutina. Más de una vez cambió su peinado, agregó o eliminó su barba o se tiñó unas cuantas canas.

Viendo televisión junto a Nancy se topó a menudo con algún noticiario donde la desaparición de las niñas de Alto Hospicio ya comenzaba a estar en los titulares.

El jueves 23 de marzo del año 2000, un mes después del cuarto asesinato, la hija de Delia Henríquez no regresó a casa. Se llamaba Laura Zola y tenía 14 años. Fue la quinta víctima del sicópata de Alto Hospicio.

Luego, el 5 de abril, el temido auto blanco que ya había perseguido más de una vez a María Eugenia Rivera se llevó a su hija, Katherine Arce. Pérez Silva la violó y la enterró en un basural clandestino.
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Sus últimos golpes

La mejor aliada de "el Segua" fue aquella versión que decía que las jóvenes desaparecidas se habían ido por dejar atrás la pobreza de Alto Hospicio. La policía manejaba sus propias teorías y circularon informes oficiales con las más graves acusaciones.

Pistas falsas, versiones equivocadas y hasta misteriosas llamadas de auxilio encaminaron la búsqueda en la dirección equivocada hacia Perú o Bolivia.

El 22 de mayo del 2000, Patricia Palma, de 17 años salió del colegio rumbo a su casa. Fue en ese momento cuando Julio Pérez la raptó para luego matarla.

Diez días más tarde volvió a atacar. Violó y asesinó a Macarena Montecinos en el sector de Pampa El Molle. Y luego, el 2 de julio, interceptó a Viviana Garay a quien también mató de un golpe en la cabeza.

Pero esta vez, la desaparición de Viviana generó la más intensa reacción que el sicópata había encontrado en toda su carrera criminal. El padre de la niña, Orlando Garay, movilizó a las demás familias afectadas. Sólo entonces el hecho se convirtió en noticia, por lo que los crímenes se detuvieron.

"El Segua" dejó de atacar durante más de nueve meses, pero el 17 de abril de 2001 ya no pudo contenerse. En el sector de la Autoconstrucción interceptó a una menor de 16 años identificada como Maritza. La amenazó con un cuchillo y la violó. Mientras él escapaba, Maritza regresó a su casa. La llevaron al hospital, donde le extrajeron muestras de semen del agresor, que nunca pudo ver en la oscuridad.

Meses más tarde, cuando lo detuvieron, ella reconoció su voz. Compararon las muestras de ADN y resultaron idénticas.

El 3 de octubre de 2001, Julio Pérez Silva cometió el último de sus ataques. Fue el día en que Bárbara N sobrevivió, el día en que Alto Hospicio supo que había un asesino entre ellos.

Fue detenido horas después y sin inmutarse, admitió asesinatos y violaciones. Confesó haber actuado solo y nunca alegó demencia.

Poco a poco, Pérez Silva aportó los datos necesarios para localizar los cadáveres de sus víctimas. El rastreo de estos no estuvo exento de sorpresas. El cuerpo de Angélica Lay fue un hallazgo inesperado pues su nombre no figuraba entre las mujeres oficialmente perdidas.

Hasta ahora (2002), han surgido nombres de otras cinco jóvenes y mujeres adultas desaparecidas en la zona de Alto Hospicio entre abril de 1999 y agosto del 2001. Sin embargo, "el Segua" asegura no saber nada de ellas.

¿Por qué lo hizo? Ésa es la pregunta que atormenta a todas las familias que perdieron a una hija en manos de aquel hombre que escondía en su mente a un monstruo. Es también una pregunta que se repiten jueces y abogados, tratando de armar el enigmático rompecabezas que Julio Pérez Silva se rehúsa a componer en su totalidad. Su respuesta ante el juez ha sido siempre "No sé por qué lo hice".

Fuente:
http://elpuente.canal13.cl/elpuente/html/Reportajes/Asesinos_en_serie/54293.html

El Puente de Fernando Paulsen
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Julio Pérez Silva
AGREGADO:

Julio Pérez Silva, el llamado "sicópata de Alto Hospicio", inició una huelga de hambre para exigir la reapertura del caso por el que fue condenado en 2006 a presidio perpetuo calificado, como culpable del homicidio de 14 jóvenes en esa localidad del norte de nuestro país, en la Región de Tarapacá.

El criminal asegura que está "en huelga de hambre y seca" desde el 4 de octubre.
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Según la información publicada este sábado por el diario “La Estrella de Iquique”, los hijos de la pareja de Pérez, Nancy Boero Guerrero, fueron hasta su redacción para entregar una carta escrita por el condenado, en la cual éste anuncia su decisión de llegar "hasta las últimas consecuencias" si no se accede a su petición.

" Muy respetuosamente me dirijo a ustedes con mucho respeto que ustedes se merecen por tener un diario muy exitoso "La Estrella" diciéndoles que en fecha del 4 de octubre me declaro en huelga de hambre y seca...hasta las útimas consecuencias. Yo, Julio Pérez Silva. Que Dios los bendiga ", señala la misiva.
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Consultada por La Estrella, Nancy Boero explicó que el criminal " quiere que con esta huelga se vuelva a investigar, para que se aclare de una vez el caso ".

Julio Pérez Silva está condenado a presidio perpetuo calificado por 14 homicidios y 18 años por dos violaciones.

El anuncio de la huelga se produce justo cuando se cumplen 10 años del hallazgo de los cuerpos de las liceanas desaparecidas, caso que impactó al país y obligó al Gobierno de Ricardo Lagos a reestructurar los mandos policiales a raíz de los errores y negligencias cometidas en la investigación. En un principio se asumió que las jóvenes habían abandonado sus hogares para prostituirse.

Fuente:
http://www.cooperativa.cl/sicopata-de-alto-hospicio-inicio-huelga-de-hambre-exigiendo-reapertura-de-su-caso/prontus_nots/2010-10-16/204102.html

Notas:

En la cárcel de Acha, en Arica, Julio Pérez Silva lleva una vida de reality. Día y noche es vigilado por cámaras para que no se suicide. Está aislado y no tiene más contacto humano que con gendarmes o las visitas que le hace su pareja Nancy Boero desde Iquique, cada sábado, sin faltar nunca desde que cayó preso.

Iván Núñez, un periodista de la zona que ha cubierto el caso desde el inicio y que prepara un libro al respecto, piensa que quizás alguien sabe algo más, y no ha querido hacerlo público, y cree en la posibilidad que existen otros implicados en este siniestro asunto. Producto de sus investigaciones, ha sido amenazado telefónicamente en varias oportunidades por personas anónimas, lo cual hace más truculenta esta historia.

Iván Núñez, se expresa de esta forma en “EL Periodista” al respecto:

Iván ¿Crees que Julio Pérez es el sicópata de Alto Hospicio?

Pienso que es cómplice o sólo uno de los culpables. No creo que haya actuado solo. Tengo muchas dudas que él haya participado en los catorce asesinatos que se le achacan.

- ¿Qué te hace pensar que actuó con cómplices?

Versiones de familiares. Además, no hay un patrón único de víctimas o de formas de matar. Algunas fueron arrojadas a un pique y otras a los basurales. Pero más extraño aún y que cuesta entender, es el caso de las víctimas mayores. Angélica Palape, por ejemplo, era una mujer de 48 años. Una mujer nortina de casa. Qué motivó su asesinato, si entendemos que la sicopatía era con niñitas. Lo mismo sucede con Gissela Melgarejo, de 36 años, o Angélica Lay de 21.

Iván ¿Crees que Julio Pérez es el sicópata de Alto Hospicio?

Pienso que es cómplice o sólo uno de los culpables. No creo que haya actuado solo. Tengo muchas dudas que él haya participado en los catorce asesinatos que se le achacan.

- ¿Crees que aún quedan cabos sueltos?

Claro. No entiendo que la Ministra Eliana Ayala nunca haya citado a los familiares de las víctimas que son los que siguieron la investigación prácticamente solos y desde un comienzo. Tampoco entiendo por qué Julio Pérez no entregó más detalles de sus asesinatos, horas, cómo elegía a sus víctimas, faltan muchos detalles. Por ejemplo, en el caso de Macarena Sánchez, Julio en su confesión dice que la subió a su auto pasado el camino del Pantanal (un trayecto más allá de la autopista) siendo que sus padres dicen que su hija jamás pasaba por ese camino para irse al colegio, que era ilógico. La reconstitución de escena fue muy al lote, muy mal hecha, muy a la rápida.

- Si Julio Pérez no es el único culpable según sus palabras, ¿quién más está involucrado?

Mira, creo que hay mucha gente que sabe cosas y que no las dice por miedo. Me consta. Porque en este caso muchos fueron amenazados. Por qué amedrentar si él es el único culpable; en rigor un tipo sencillo, solitario y de escasa educación. Cuando la gente tiene miedo a hablar, es porque saben que hay gente de mucho poder detrás de todo.

- ¿Gente cómo quién?

Gente con autoridad. Quizás Carabineros, por ejemplo.

- ¿De qué delito tienes certeza de que es culpable Julio Pérez?

De haber violado a Maritza y a Bárbara, las dos menores que sobrevivieron y que dieron su testimonio. Así lo corroboró al menos el Instituto Médico Legal en sus exámenes. Sólo tengo esa certeza, y nada más.
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Hoy en día , Julio Pérez Silva, sigue expresando que es inocente, y fue trasladado a una cárcel cercana a Santiago, para cumplir su sentencia de 50 años; en Iquique muchos se resisten a creer que el caso esté totalmente resuelto.

Fuente: http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1610/article-59263.html

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