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LEYENDAS Y MITOLOGÍA
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EL CALEUCHE
El barco fantasma de los mares del sur de Chile.
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Desde tiempos remotos las innumerables islas, fiordos, y canales laberínticos de la región de Aysén, al sur de la Isla Grande de Chiloé, han sido cuna de supersticiones, leyendas y maldiciones de piratas. No es de extrañar que los chilotes, convivan con espíritus marinos como la Pincoya o el misterioso barco fantasma denominado El Caleuche.
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Existen numerosos testigos del Caleuche, fantasmagórica visión que aparece en las noches de tormentas, a los pescadores y marinos, los cuales huyen despavoridos. Según la leyenda es presagio de muerte anunciada. Quizás si quisiéramos buscar explicaciones contemporáneas a este fenómeno, tendríamos que hablar de "transparentación dimensional" de "algo" que proviene de la "memoria de los tiempos" de los espacios paralelos. También podríamos recurrir a una creación del inconsciente colectivo chilote, aplicando la teoría de Jung, o quizás la más objetiva: un hecho real distorsionado con el paso del tiempo, donde la imaginación popular ha jugado un papel trascendental. Respecto a este último hecho existe una leyenda de un corsario holandés que merodeó por las islas, al mando de una goleta llamada Kalache. Este barco pirata habría desaparecido misteriosamente en Junio de 1614 después de haberse aprovisionado de vituallas en el puerto de Castro.

Un oficio religioso realizado por el Padre Juan Evangelista Olmedo, registrado en un documento en el Convento Franciscano de Castro, da fe de éste hecho, y quizás la imaginación popular le agregó el castigo a la inmortalidad a este barco pirata, el cual seguro no era aceptado de buen gusto entre los moradores de estas tierras. .
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El corsario holandés de nombre Vicente Van Eucht nos trae a la memoria la historia europea llamada "el holandés errante" cuyo capitán de barco también holandés, fue condenado a navegar eternamente luego de reírse y disfrutar de los sufrimientos de sus pasajeros en una horrible tormenta.

En este mundo tan irreal, difícil de vivir, alejado de las grandes urbes, es donde anida una leyenda especial, la de éste barco fantasma, denominado El Caleuche, que aparece en las noches de tormenta y que a pesar de pasar los años, siguen existiendo testimonios dignos de créditos de su existencia. Son numerosos los marinos profesionales, y personal de la Armada de Chile que han vivido este singular encuentro, y que sólo el miedo al ridículo les ha hecho mantener oculta su experiencia.

UNA EXPERIENCIA DE UN HOMBRE DE MAR.
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Don Segundo es el típico chilote, serio, desconfiado, pero noble más que ninguno. En su barca conjuntamente con cinco tripulantes más, salió desde Ancud dirección a Quellón, al otro lado de la Isla Grande de Chiloé. La barca era grande, de alto bordo y sin embargo fácil de conducir con dos velas que permitían aprovechar al máximo un viento favorable. Era una embarcación ideal para el mar y que había desafiado con éxito muchas tempestades. La segunda noche de navegación se desató una tempestad. Era una noche negra en que el cielo y el mar se confundían, el viento huracanado levantaba el mar y los marineros aterrorizados usaban los remos para tratar de dirigir la lancha y embestir de frente a las olas enfurecidas.

El mar, que es el sustento y la aventura diaria del chilote y que forma parte de sus vidas se había transformado en un ser extraño y hostil que no conocía la piedad, y quería destruir a esos osados que lo surcaban. Las horas de lucha fueron interminables. Habían perdido la noción del espacio y del tiempo, y empapados y rendidos encomendaban su alma seguros de morir.

No obstante, la tormenta pareció calmarse y divisaron a lo lejos una luz que avanzaba sobre las aguas. Fue acercándose y la luz se transformo en un barco, un hermoso y gran velero. Irradiaba una extraña luminosidad en medio de la noche, lo que permitía que se destacaran su casco y sus velas oscuras. Si no fuera por su velamen, además de los cantos, habíase dicho un inmenso monstruo marino.
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No obstante, la tormenta pareció calmarse y divisaron a lo lejos una luz que avanzaba sobre las aguas. Fue acercándose y la luz se transformo en un barco, un hermoso y gran velero. Irradiaba una extraña luminosidad en medio de la noche, lo que permitía que se destacaran su casco y sus velas oscuras. Si no fuera por su velamen, además de los cantos, habíase dicho un inmenso monstruo marino.

Al verlo acercarse los marinos gritaron alborozados, pues, no obstante lo irreal de su presencia, parecía un refugio tangible frente a la cierta y constante amenaza del mar.
El capitán no participó de esa alegría. Lo vieron santiguarse y mortalmente pálido exclamó:

"No es la salvación, es el Caleuche, nuestros huesos, como los de todos los que lo han visto, estarán esta noche en el fondo del mar".

El Caleuche ya estaba casi encima de la embarcación cuando repentinamente desapareció. Se fue la luz y volvió la densa sombra en que se confundían el cielo y el agua. Al mismo tiempo volvió la tempestad, quizás con más fuerza, y la fatiga de los hombres les impidió dirigir la embarcación en el embravecido mar, hasta que una ola gigantesca la volcó. Algo debió golpearlo, porque su último recuerdo fue la gran ola negra en la oscuridad de la noche.

Don Segundo, despertó arrojado en una playa en que gentes bondadosas y extrañas trataban de reanimarlo. Dijo que había naufragado y contó todo respecto del viaje y la tempestad, menos las circunstancias del naufragio y la visión del Caleuche. Respecto a sus compañeros de mar no se supo más, y Don Segundo siempre trato de eludir el tema, y más aún, no volvió a navegar.

Según la creencia popular chilota, las personas que ven el Caleuche en el mar, es indicio de muerte segura, y por esta razón don Segundo no volvió más al mar, pues pensaba que el Caleuche no perdona haber perdido una víctima.

Testimonios de diferentes personas dicen que el Caleuche se ve durante la noche, navegando en la superficie o bajo el agua, siempre acompañado de música y canciones que son su carta de presentación y con el único motivo aparente de cobrar nuevos tripulantes para sus fantasmagóricos viajes.

EL TESTIMONIO DE DON JOSE

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Otro testimonio fiable corresponde es el de Don José, chileno radicado en San Carlos de Bariloche (Argentina). Esta persona tuvo la experiencia en la Laguna de Huaico. Recuerda que era un niño cuando correteando por la orilla de esta laguna vieron como un gran tronco de árbol emergía a unos tres o cuatro metros de la costa. Este tronco estaba de forma vertical, era de color marrón, medio amarillento. El suceso no les llamó mucho la atención hasta que aquella noche los despertó un ruido extraño. Al salir fuera y acercarse a la laguna vieron que el tronco estaba ornado de luces verdes, rojas y amarillas, se escuchaba como la caída de un ancla al agua, y se comenzó a escuchar una música bellísima, donde pudo distinguir los instrumentos de guitarras y acordeones.
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El testigo recuerda que todos los niños del albergue corrieron a esconderse y cerraron fuertemente las puertas ya que su profesor les dijo que acababan de ver "el Caleuche".
Al ser consultado porque razón no se acercó al tronco, todos los testigos dijeron que al Caleuche solo se debe contemplar de lejos, en especial cuando "ellos" hacen sus fastuosas fiestas de a bordo.

Las leyendas que los marineros de este barco fantasma raptan hombres y mujeres y se los llevan está muy arraigada en la isla. Incluso los que han regresado se recuerda que lo hicieron con el mismo aspecto físico que tenían al desaparecer, aunque habían pasado varios años...
Las leyendas son incontables a igual que los testimonios con todo tipo de matices, lo que sí es cierto que el Caleuche este fantasmagórico barco, está totalmente enraizado en la vida chilota... y resulta difícil definirlo, como muchos otros barcos fantasmas que surcan los mares de este planeta.

Los círculos oficiales hablan del mito del Caleuche, lo que no impide que el fenómeno sea una realidad objetual, - como dice el investigador argentino Héctor Antonio Picco - existe una gran confusión entre mito y realidad histórico - cultural - científica, ya que existen mitos que son realidades, como el Caleuche, y hay "realidades" que son mitos, por ejemplo; el descubrimiento de América.

TESTIMONIO DEL ESCRITOR DIEGO MUÑOZ


Diego Muñoz es un escritor de larga tradición en Chile, amigo del poeta Premio Nobel, Pablo Neruda, y con toda una tradición marinera en su espalda, no duda en relatar su encuentro con el Caleuche.

Según Don Diego, éste se encontraba a bordo de la motonave de bandera chilena Arica, que navegaba a la cuadra del Golfo de Penas. Era la última noche de una larga tempestad. Se encontraba en cubierta, acompañado solo por su sombra, cuando de pronto fue violentamente derribado por una luz fulgurante, que pasó ante su vista a no más de treinta brazadas de babor. Don Diego quedó clavado sobre cubierta, sobrecogido por una indescriptible sensación. Así fue encontrado más tarde por sus compañeros que vestido lo dejaron en su camarote. A la mañana siguiente, pudo confirmar conjuntamente con el timonel y el lamparero del barco que también habían visto el fenómeno y que sus relatos eran idénticos. El timonel incluso pudo aportar otros datos, como que la luz se vino contra la motonave y él en segundos pensó en una horrenda colisión. La luz cruzó de proa a popa, sin que se escuchara nada más que un canto ronco de una invisible tripulación. Desde esos momentos don Diego se interesa por los temas marinos, y sobre todo a recolectar anécdotas de los mares del Sur, su recopilación es fuente obligada para muchos estudiosos de estos temas.

OTROS ANTECEDENTES DE LA ZONA. (El fenómeno Ovni)

El Investigador Jorge E. Anfruns en una gran labor de recopilación de hechos anómalos en la zona ha detectado una similitud a tomar en cuenta entre el avistamiento del Caleuche y los testimonios de los llamados Objetos Voladores No identificados.

En el año 1997 en Chile fueron registrados más de 60 casos Ovnis dignos de estudios, ya que cumplían todos los requisitos para realizar una investigación seria. Un porcentaje del 65% fue registrado en la zona austral de este Continente, teniendo en cuenta que la casuística de este lugar no proviene de estadísticas recientes sino que desde hace más de medio siglo, esta zona se podría considerar "caliente" ufológicamente hablando.

En todas las épocas existen antecedentes registrados por estudiosos, militares, expedicionarios, marinos aventureros, etc. El día 7 de Febrero de 1580 el navegante Pedro Sarmiento de Gamboa escribió en su diario, que luego fue publicado como libro bajo el título de "VIAJES AL ESTRECHO DE MAGALLANES":

"Al penetrar en el Estrecho de Magallanes el Domingo 7 de Febrero de 1580, esta noche, a una hora de la noche, a banda del sureste, cuarta al sur, vimos salir una cosa redonda, bermeja como fuego, como una darga, que iba subiendo por el cielo o viento. Sobre un monte alto se prolongó; y estando como una lanza sobre el monte, se hizo como media luna entre bermeja y blanca, las figuras eran de esta manera..."

DETALLE DE LO OBSERVADO POR DON PEDRO SARMIENTO DE GAMBOA EN EL AÑO 1580.
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El navegante español Pedro Sarmiento de Gamboa era un aventurero de estirpe especial, y más aún en esos tiempos. Se desconoce su fecha real de nacimiento cerca de las rías gallegas. Poco se sabe de sus actividades de juventud, aunque sí se sabe una alusión textual en cuanto a su condición social..."talento que Dios me comunicó, que aspira a estas cosas (grandes) para que no se me demande de él cuenta estrecha..."
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Sarmiento de Gamboa, cuatrocientos años antes que Schliemann ya se atrevió a mencionar que Troya no era una leyenda. Fue un autodidacta de gran capacidad, conocía perfectamente a Platón, Ptolomeo, Solón, Strabón, Xenofonte, Dante, las Sagradas Escrituras, y su multifacética mentalidad le hizo emprender una serie de empresas de las cuales deja una documentación trascendental para analizar ciertos hechos que se podrían asociar con el fenómeno Ovni en la zona, y que según algunos estudiosos en más de una vez se podrían mezclar con los avistamientos del barco fantasma denominado, El Caleuche.

Entre sus narraciones escritas y que nos quedaron para nuestro asombro e incredulidad podemos agregar dos más que son muestra de lo mencionado anteriormente:

"Una noche, por mientras avanzaban por la salina y caliginosa superficie (del Pacifico) cierto marinero cayó al agua, y cuando ya todos desesperaban por encontrarlo y rescatarlo por las vías naturales, Mendaña (el capitán) les rogó que le encomendasen a Nuestra Señora que ella lo guardaría. Entonces todos pudieron ver una luz que descendía por los aires, hasta situarse sobre el mozo como una candela, y no cesó de alumbrar hasta tanto el náufrago fue restituido a bordo"

"Otro día, cuando despuntaba el alba, la nao capitana en que navegaba Pedro Sarmiento de Gamboa chocó con una ballena que estaba durmiendo. El impacto fue tan grande que puso espanto a algunas personas, y durante los días siguientes las conversaciones se animaron comentando el accidente y las gigantescas proporciones de este extraño cetáceo"


Este último episodio se repite constantemente en una serie de narraciones contemporáneas, ya que estas "ballenas durmientes" eran de extraños fulgores, emitían luces al entrar en el agua, e incluso algunos marinos escucharon ruidos metálicos relacionados con estos singulares mamíferos. ¿Tendrán estos avistamientos relación con los supuestos OSNIS?.

TESTIMONIO MILITAR

Más adelante en el tiempo, el Sub-Teniente argentino de la Armada, Don Agustín del Castillo, precisamente en el año 1887, dejó registrado en su libro. "Expedición Costa del Pacifico"
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"A media noche, cuando todos nos habíamos entregado al reposo, fuimos despertado por la claridad de un resplandor inmenso que avanzaba hacia nosotros y que obligo a nuestra tropa a concentrarse al fondo del Cañador (quebrada). Era un fuego enorme que avanzaba desde el interior impulsado por una brisa recia del Oeste que tomando cada vez más cuerpo, venia devorando todo, hora descendiendo los valles, hora escalando cerros altos. Despertamos con sobresalto y abandonando nuestros crudos lechos constituidos por las monturas, subimos a la cresta de un bogote vecino, desde donde pudimos contemplar un imponente, estupendo y bello panorama. El fuego abarcando una zona de varias leguas, presentaba unas cuantas y dichosas figuras. A cada momento se las veía cambiar de aspecto y también se las veía cambiar de forma, como sí fuera de un inmenso calidoscopio agitado por una mano gigante..."
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Relatos como estos que difieren en el tiempo y en sus testigos mantienen unos paralelismos en común. En aquellas frías aguas del ártico y en la zona del Canal del Chacao ocurren fenómenos de luces, resplandores, y luminosidades que entran y salen del mar en forma continua y que ante los ojos de los testigos no tienen explicación alguna. Aún hoy en día estos fenómenos siguen ocurriendo, y es en esta zona donde precisamente las apariciones del Caleuche, el barco fantasma mitificado por los chilotes se hace ver cada cierto tiempo.

La leyenda del Caleuche quizás nos constata lo que enunció el autor galo Bertran Mehéust... "La cultura tecnológica no ha logrado eclipsar el sentimiento sagrado en el occidente contemporáneo"

La hipótesis de Mehéust postula la permanencia de un arquetipo local que cada cierto tiempo aflora fortalecido y adaptado a estereotipos tecnológicos que la mente de los testigos registrarían. En este punto nada mejor para adaptarse hoy en día que el fenómeno Ovni ante este tipo de situaciones. Ejemplos tenemos muy cercanos, Montserrat y su leyenda, la cual el estereotipo ufológico se ha adaptado y triunfado plenamente, por la misma razón, la leyenda del Caleuche puede asimilar estas propiedades especificas en cuanto a su permanencia en el inconsciente de los habitantes de esta zona, ya que no se debe olvidar, que la realidad de la zona está mezclada, de folklore, supersticiones, y fantasmas. Aunque para el pueblo en general el Caleuche sigue navegando por las frías aguas de estos mares, y por todos los medios tratan de evitarlo, ya que según la leyenda, su avistamiento es anuncio de muerte segura.

¡HOY! LOS FENOMENOS SIGUEN

Los lectores que piensan que solo años atrás existían estos curiosos avistamientos de barcos fantasmas debemos decirle que hoy en día se siguen recopilando datos de curiosas apariciones en el mar y para muestra el siguiente documento ocurrido hace muy pocos años y donde la prensa se hizo eco en primera instancia de la desgracia ocurrida frente a las costas peruanas de un humilde barco pesquero, el cual lleva registrado varios "paseos fantasmas" delante de otros barcos y que generalmente se pierden entre el comentario del pueblo y la desconfianza de los lugareños.

El Cuzqueño, motonave que navegaba en misión científica y que realizaba estudios sobre las corrientes marinas en la parte costera fronteriza con Chile, desapareció misteriosamente encontrándose a los cuatro meses después, solo algunos aperos y salvavidas de la embarcación. Estos hechos ocurrían en el mes de Septiembre de 1989. Hasta la fecha se han registrado más de cuarenta testimonios de ver esta motonave en las noches oscuras, con su tripulación trabajando en cubierta.

Existe el testimonio de un empresario de Tacna, Don Ignacio Honder, el cual en 1993 relataba a quién escribe estas líneas su encuentro con el Cuzqueño. Decía el Sr. Honder... "tenía algunos antecedentes de apariciones de este tipo, pero jamás pensé ser yo el protagonista de un hecho así. Vi pasar claramente la motonave y leí su nombre "El Cuzqueño", divisé a varias personas en cubierta que se movían rápidamente, al principio le resté importancia, pero a los 15 segundos aproximadamente desapareció, o se desvaneció sin más..."

Es lógico pensar que el mar y su configuración es tan grande que nuestra mente siempre limitada, nos hace creernos ver ciertas ilusiones. ¿Interpretaciones erróneas de un fenómeno
que aún no comprendemos? Quizás la mitificación de unas desgracias por la gente de mar, la cual por su idiosincrasia tan especial tratan de perpetuar un recuerdo, a lo mejor, inconscientemente, pero existe un momento que su mente registra "acciones limites" (tormentas, noches obscuras, ventiscas agresivas, etc).

¿Qué son, entonces, esos barcos fantasmas? ¿Sus figuras espectrales se pueden considerar fantasmas como habitualmente conocemos el término? Además se debe decir que no solo la gente relacionada con el mar ve estos espectros navegando. El Caleuche ha sido visto por muchos militares, científicos, escritores, y viajantes en general.

Seguramente nuestra impotencia surge desde el mismo momento de desconocer el mar en su enorme dimensión, un misterio indescifrable existente en nuestro propio planeta, el cual irónicamente se llama Tierra, cuando los océanos cuadruplican su capacidad y según muchos estudiosos la vida misma surgió de las profundidades marinas. 
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Autor: Raúl Núñez

Extracto del libro: Explorando El Laberinto.

Nota:
Es casi un hecho que la isla de Chiloé será unida por un gigantesco puente al Continente. Muchas personas son partidarias de este avance del progreso, casi siempre imparable, y otras opiniones son totalmente contrarias a esta obra. La pregunta clave es: ¿Perderá Chiloé su encanto innato y magia propia? Un tema para reflexionar.

Personajes de la mitología Chilota
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