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CONOCIMIENTO ANCESTRAL DEL HOMBRE
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RABDOMANCIA

EL ARTE DE HALLAR AGUA Y ORO
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Para todos nuestros lectores incluimos este trabajo editado en el año 1976 por la revista “Mundo Desconocido” de España y que dirigía el investigador Andreas Faber Kaiser.

La aportación de nuestra WEB creando un nuevo espacio que hemos denominado “Conocimiento Ancestral del Hombre” es para incluir precisamente, la sabiduría del hombre antiguo que nos ha precedido a los conocimientos actuales que poseemos. Toda una mezcla de seudociencias, supersticiones y también disposiciones naturales que llevamos implícitas en nuestro ser, y que hemos perdido a través que los años. La forma de vida actual nos ha introducido en un mundo material, confuso, agresivo, poco contemplativo, y que al parecer no tiene vuelta, ni presta atención a nuestro pasado.

El “Libro Negro” es un breve tratado de Ciencias Ocultas. Antiguo Grimorio reproducido en 1830 por el Doctor Hector Hacks, del grupo esotérico “Hermes” de París. Recordamos a nuestros lectores que el autor de la presente obra habla de acuerdo con las teorías científicas de le época. Por ejemplo, muchos conceptos alquímicos de antaño han sido ratificados hoy en día por la Química moderna, otros no. En un futuro trataremos de incluir conceptos como La Piedra Filosofal, Alquimia, Filosofía Oculta, Recetarios Mágicos y Curiosidades Inauditas de la Edad Media. Todo un bagaje de conceptos que han formado el pensamiento del Hombre actual a través de los siglos. Comenzamos por una de estas disciplinas más románticas y aplicables por el grueso público. Hoy en día, mucha gente de campo le usa y aplica, también personas profesionales valoran su autencidad natural. Nos referimos a la Rabdomancia o Radiestesia. Vamos a ello.
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La Rabdomancia , - voz griega Rabdos, bastón y Manteia, adivinación, - es una ciencia antiquísima que tiene por objeto descubrir las aguas, los metales y los minerales subterráneos, mediante una varita llamada mágica, adivinatoria, divina y también vara de Moisés, de Jacob, etc., aunque el nombre más corriente y conocido es el de varilla adivinatoria. Los que ejercen, esta ciencia de adivinar lo que yace bajo la tierra, se les denomina rabdomantes, hidróscopos, pero más común zahoríes. Se entiende por rabdomante, (zahoríes) a un sensitivo que está dotado de la facultad de percibir o detectar, la existencia de corrientes de agua, vetas de minerales, lagos subterráneos, etc. a cualquier profundidad. Tratase de una facultad supranormal que se ha denominado con mayor precisión "geo-psicometría", que es el rastreo de la psiquis por el interior de la tierra. El dotado, emplea una varilla vegetal o metálica o bien un péndulo, que aparentemente sirve de estímulo para seleccionar el lugar indicado.

Con esta varita prodigiosa no solamente se indicaba con toda certeza la existencia de un manantial oculto, sino que se pretendía descubrir tesoros escondidos, a los asesinos y hasta, algunas veces, la infidelidad conyugal.
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La varita es el símbolo más antiguo del prestigio y del poder. Con el auxilio de la “varita de las virtudes” las hadas, así como las hechiceras más famosas (Medea y Circe) operaban toda suerte de maravilla; los magos de la antigüedad más remota, como Hermes, Zoroastro, etc, no podían prescindir de ella al realizar sus grandes prodigios. Tocándole con la varita fue como Minerva dio a Ulises la flor de la juventud En la Biblia se citan casos abundantes en que la varita obra milagros (1) Ahí tenemos a los brujos del faraón, Moisés, y a su hermano Aaron que se sirven con éxito de la varita de Jacob gozaba ya de gran reputación. Nabucodonosor hacía uso de la varita para reconocer a sus enemigos. Los caldeos enseñaron a los Hebreos el arete de vaticinar por medio de una varita de avellano. Los sacerdotes de la antigua Roma hacían sus augurios sirviéndose del lituo, el cual era, según nos describe Aulio Genio y Macrobio, una especie de cayado muy retorcido. Plutarco, en la vida de Romulo, nos dice que éste era un maestro consumado en el arte de adivinar mediante el lituo.

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Los sacerdotes de Oriente, sobre todo en el país clásico de la Iniciación, La India, siempre han llevado, una varita como distintivo de su jerarquía y condición sacerdotal. El bastón de los augures y el báculo episcopal del sacerdocio cristiano no tienen otro verdadero origen; los cetros reales, símbolos del poder, originan asimismo de la varita mágica. De la idea de superioridad representada por este símbolo de los reyes, surge la creación de los bastones de mando de las autoridades de carácter civil y militar.

Hasta aquí nos hemos remontado a los orígenes legendarios de la varita mágica para dar una idea de la antigüedad de la rabdomancia, pero ésta, ciertamente, no dio señales de su existencia real hasta una época relativamente próxima.

Las primeras noticias que tenemos de los rabdomantes o zahories, esto es, de los adivinadores por la varita de avellano, las debemos a un célebre alquimista alemán, del siglo XVI, llamado Jorge Agrícola (su verdadero apellido es Landmann), sin duda uno de los primeros creadores de la Mineralogía. Su obra, famosísima, De Re Metallica, se imprimió por primera vez en Basilea, en 1530. De ella se hicieron diversas ediciones, generalmente ilustradas con muy curiosos grabados de boj.

He aquí uno de ellos en el que se ve expresada la práctica de la varita adivinatoria para descubrirlos yacimientos ocultos (Figura 2)

Agrícola nos habla en su obra de ciertos individuos que parecen en la Edad Media que son, para él, los primeros representantes de la hidroscopia sensitiva, o sea la facultad de sentir la proximidad de las aguas subterráneas.

EL Márques de Sant-Aubin nos dice que en el siglo XVII había empezado a correr la voz de que había en España unos hombres que veían lo que había bajo tierra a veinte pies de profundidad. No podía referirse más que a los zahoríes, los cuales averiguaban el agua subterránea y señalaban asimismo el lugar de los tesoros ocultos.

Parece ser que este arte de los zahoríes es de origen español, procedente de los árabes, conforme lo indica la forma arábiga del vocablo

A últimos del siglo XVII fue muy discutida la posibilidad de descubrir los manantiales o minas metálicas por mediación de la varita adivinatoria, debido al revuelo que se armó alrededor de Jaime Aymar, que se hizo celebérrimo con sus descubrimientos, no solamente de yacimientos metálicos y de aguas subterráneas, sino que llegó a señalar las pistas de los asesinos y de gente maleante.

Ante tales prodigios, Luis de Borbón, Príncipe de Condé, decidió llamar al célebre rabdomante e hizo someterle a un examen. Aymar era un aldeano, y como no contestara las preguntas a satisfacción de sus interrogadores, éstos no titubearon en afirmar que las adivinaciones del “brujo” eran debidas exclusivamente a su perspicacia nativa, es decir, a las sutiles deducciones de un gran detective, como diríamos ahora.

Sin embargo, un autor más cauto y más prudente, el abate de Vallemont, en su muy notable obra La Physique Occulte (2) al ocuparse de Aymar, se expresa de muy distinta manera:

“Aun cuando Jaime Aymar sea un hombre muy honrado, puede a veces, no parecerlo, al emprender cosa que no siempre le salga bien, y él mismo confiesa que puede engañarse, y que no sabe, en ciertos casos, al girar la varita en sus manos, si es sobre agua, sobre metales o sobre un cadáver. Lo cierto es que aciertan muchas veces y que rara vez se equivoca. ¿Acaso los mejores perros de caza no se equivocan también?

Y luego añade:

“Además yo os puedo asegurar que, tanto en París como en varias provincias del reino, he conocido a más de cincuenta personas muy honorables todas que hacían uso de la varita adivinatoria para hallar aguas, minas y tesoros ocultos, y en cuyas manos giraba de verdad”

Veamos ahora cómo se construía antiguamente esta varita.

He aquí la manera de obtener una perfecta varita adivinatoria, según las teorías de los primeros rabdomantes:

Esta varita debe ser de madera de avellano; se escoge una rama ahorquillada, de pie y medio de longitud, del grueso de un dedo y que no tenga más de un año. Algunos autores nos dicen que la rama escogida debe cortarse al salir el sol y otros pretenden que debe ser cortada en luna llena, pero nosotros podemos asegurar que el día y la hora son indiferentes para el caso”

MANERA DE SERVIRSE DE LA VARITA

Respecto la manera de servirse de la varita, diremos que la más corriente es como sigue: Se cogen los dos extremos A y B, uno con cada mano, sin apretar, para que la varita pueda girar fácilmente. El dorso de las manos ha de mirar hacia abajo; el vértice C hacia delante y la varita debe guardar una posición paralela al horizonte ( véase la figura 3). “Entonces se anda despacio y sin dar saltos por los parajes donde se supone que hay agua, minas o dinero escondido. Hay que advertir que el rabdomante no debe llevar encima dinero ni objetos de metal”

OTROS METODOS – Método de Royer

Hay quienes manejan la varita de otra forma, y además, creen que aquélla puede ser de diferente madera y recta como un palo.

Luis Royer, abogado en el Parlamento de Rouen, se sirve de ramas de laurel, de fresno, de pino silvestre, lo mismo que del avellano, y dice que no encuentra diferencia alguna. En cuanto a la manera de servirse de la varita, el señor Royer afirma que basta con llevarla en equilibrio sobre la palma de la mano ( véase la figura 4)

Método del Padre Kircher

El Padre Kitcher, célebre jesuita alemán, físico, matemático y cabalista del siglo XVII, dice sobre la varita adivinatoria: “Se coge un renuevo de avellano, bien derecho y sin nudo alguno; se corta en dos mitades; se agujerea el extremo de uno de ellos, formando un pequeño hueco, y se corta un extremo del otro en forma puntiaguda, de modo que el extremo del uno encaje con el extremo del otro. Se lleva la varita en posición horizontal, sosteniéndola entre los dedos índices, como se indica en la figura 5 . Cuando se pasa por encima de corrientes de agua o vetas metálicas, la varita oscila primero, y luego de una manera muy marcada”

OTRO METODO

He aquí otro proceder bien sencillo: Se tiene la mano extendida de manera que la palma mire hacia la tierra y con la varilla colocada horizontalmente en el dorso de la mano (véase figura 6)

Algunos autores del siglo XVII afirman que para descubrir tesoros ocultos por mediación de la varita rabdomántica, se hace indispensable recitar al propio tiempo el salmo

“De profundis: Credo videre bona Domini in terra viventium”

Otros autores recomiendan se recite el Evangelio de San Juan; otros, finalmente, creen que debe hacerse la siguiente invocación, como la más eficaz de todas:

Sancta summi Jovis et soror et conjux quae divinum Argum cantoculum immaculatae virgini praefecisti, ejus intervenientibus meritis, minuta et dissita naturae mysteria oculis articiosis

El P. Menestrier, otro jesuita ilustre y también del siglo XVII, se ocupó extensivamente de la varita adivinatoria mostrándose nada favorable a ella y quizá demasiado crédulo respecto a las propiedades que le asigna (3) debidas, según él, a la intervención diabólica.

Lejos de negar los fenómenos de la varita, los acepta sin poner reparo alguno; lo que no admite es que obedezca a una causa natural, como pretenden los físicos de la época. Y dice:
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“Estoy convencido de que todo cuanto se obtiene por la varita procede del Demonio, y lo juzgó así, no sólo por mis propios conocimientos, sino por la Sagrada Escritura y por los testimonios que nos proporcionaron los Paganos todos, puesto que en la mayoría de sus operaciones mágicas se servían de varitas misteriosas, y con las cuales, sobre todo, invocaban al Diablo, y establecían pacto con él.

“Los brujos de Faraón se sirvieron de la varita, y todos los brujos de hoy se sirven de ella igualmente. Los Paganos daban a sus bastones operadores de maravillas el nombre de varitas mágicas, reconociendo tácitamente que con ellas se obtenían efectos sobrenaturales”

En apoyo de su opinión adversa a la Rabdomancia, el Padre Menestrier se extiende en largas consideraciones, haciendo un alarde de erudición, citando textos de Homero, Cicerón y otros autores de la antigüedad. Y concluye así:

“Conocidos los efectos perniciosos de la varita mágica o adivinatoria, yo espero que la gente de bien abandonará su práctica y que las palabras del Profeta se cumplirán : “Non relinquet Dominus virgam peccatorum super sortem jsutorum, ut non extendant justi ad iniquitatem manus suas”
Claude Françoise Menestrier, jesuita critico de las técnicas de zahories.
La enciclopedia Espasa Calpe indica que publicó 83 obras, entre ellas:
La veritable art du blason, Lyon 1659; L´art des emblemes, Lyon 1662; Historie civile du consularie de la ville de Lyon, Lyon; 1696
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Hemos creído a fuer de imparciales, citar unas opiniones de amigos y de adversarios de la varita adivinatoria, para dar una idea, siquiera sea aproximada, de la importancia que tuvo al aparecer los primeros zahoríes. La materia apasionó durante tres siglos, sin interrupción desde principios del siglo XVI hasta últimos del siglo XVIII. Durante el siglo XIX la fama de la varita fue extinguiéndose paulatinamente, hasta quedar arrinconada como un trasto inútil o considerada como una de las tantas supersticiones de nuestros abuelos.

Sólo los cultivadores de las Ciencias Ocultas siguieron concediéndole la misma importancia que le concedieron los antiguos y perpetuaron sus enseñanzas con entusiasmo. A ellos, pues, se debe la resurrección gloriosa que ha tenido lugar a principios del siglo XX (4)

Pasaremos por alto las diversas teorías, mejor diremos, opiniones particulares, que se han sostenido para explicar la causa de los movimientos rotatorios de la varita. Los Jerónimo Cardano, Juan Bautista Porta, Gassendi, y otros, precursores de la Física actual, sostenían una doctrina basada en la “ley de la simpatía y antipatía” y con ella explicaban, o creían explicar, muchos fenómenos. Esta doctrina gozaba de muy poco crédito ya al hacer su parición la varita adivinatoria. Por esto el abate De Vallemont, explica los movimientos rabdománticos por una teoría nueva, la “filosofía de los corpúsculos”

He aquí las propias palabras del abate:

“Esto podía satisfacer antes de conocerse la filosofía de los corpúsculos, en la época en que todos los filósofos, ante las maravillas de la Naturaleza, recurrían a la simpatía y a la antipatía, figurándose haber dicho mucho de estos pomposos nombres, que tienen tanto de inteligible como lo que pretender explicar. Sólo la filosofía de los corpúsculos nos explica satisfactoriamente el movimiento de la varita en manos del rabdomanrte”

Al llegara aquí se extiende en largas disquisiciones para demostrar la solidez de tan portentosa teoría, teoría que la ciencia actual no le concede ningún valor. Para otros, “las emanaciones o vapores que desprenden de las aguas subterráneas cuya humedad penetra por los poros de la varita”, eran la causa de los movimientos de ésta. Había, asimismo, los partidarios de las influencias astrológicas, por esto señalaban determinadas horas del día y de la noche, teniendo en cuenta ciertos aspectos celestes a la hora de cortar la rama del avellano. Otros creían ciegamente que la varita sólo se movía por causas extranaturales (divinas o diabólicas), tanto es así, que recomendaban se recitase durante la operación ciertos conjuros o determinados salmos o raras palabras cabalísticas. Por último, la opinión más generalizada en los tiempos pasados, era la de que la varita sólo giraba en manos de determinadas personas llamadas zahoríes, las cuales gozaba, además, de la facultad de ver lo que existe debajo de la tierra.

Estos son, en brevísimo resumen, las creencias y las teorías, más o menos científicas que sobre la rabdomancia se han expuesto durante el pasado; ahora trataremos de dar una idea del estado actual de dicha ciencia, es decir, expondremos la opinión que les merece a los sabios de nuestro tiempo.
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GALERIA DE FOTOS
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La rabdología.

La antiquísima rabdomancia no podía seguir llamándose así desde el momento en que pasa hacer admitida por la ciencia moderna. La terminación mancia repugna a los sabios; recuerda demasiado a las diversas ramas de la ciencia oculta y eso hay que evitarlo a toda costa. La nueva denominación es menos precisa, es cierto, pero es más moderna… y eso no deja de ser una ventaja.

A principios de este siglo se fundó en Hannover una sociedad que tuvo por objeto investigar seriamente y con perseverancia a los fenómenos rabdománticos, esto es, los de la varita adivinatoria para lo cual empezó por convocar un concurso de sourciers o rabdomantes o zahories, que con todos en estos nombres son llamados los que, mediante la varita adivinan las aguas subterráneas.

Este concurso tuvo efecto en el año 1911, con los resultados más satisfactorios. En vista de ello la academia de ciencia de París convocó otro concurso en 1913 con éxito inmenso. Inglaterra no quiso ser menos, y abrió seguidamente otro concurso, y Alemania, otro, que los supero a todos.

Algunos años más tarde en 1927, tuvo lugar en Barcelona, el IV Congreso Nacional de Riegos, en el cual, ante la presencia de muy relevantes personalidades dieron prueba de su pericia varios hidroscopios, prospectistas y zahories nacionales y extranjeros.

Un geólogo eminente, D.

Domingo Vallet y Barba, tomó parte en este congreso ante el cual dio a conocer un nuevo procedimiento de prospección fruto de sus largos estudios sobre esta materia. He aquí las propias palabras del inventor:

“La prospección era, hasta hace poco, un sondeo por procedimientos geofísicos, que podían ser gravimétricos, eléctricos, magnéticos, o sísmicos. Todos estos procedimientos se emplean solo de cinco o seis años a esta parte, y los verdaderos progresos se han hecho en los dos últimos años, pero, generalmente, todo esto era muy vago. Mi descubrimiento, que no puedo dar a conocer porque voy a sacar patente de invención permite prospectar directa e instantáneamente a una profundidad cualquiera.

“En Rusia, donde se estudia esto con grande amor, han hecho cosas muy importantes. Mutxketoff, Director del Instituto de Geografía Aplicada ha encontrado un procedimiento bastante perfeccionado y el año pasado, en el XIV Congreso Nacional de Geología de Madrid dio cuenta de los excelentes resultados obtenidos en su país en los dos últimos años, que han permitido encontrar una gran riqueza de piratas hulla petróleo y sales potásicas (5)

Yo puedo decir que he realizado este descubrimiento y he creado mi invento tomando por base que el hombre es un aparato que detecta perfectamente las ondas. Gracias a este invento los laboratorios de análisis del porvenir se dedicaran a la experimentaciones magnéticas más que a las manipulaciones químicas. Uno de estos aparatos de control será simplemente la brújula. El trabajo de los laboratorios de análisis será el examen de las ondas y de las vibraciones magnéticas.

“El hombre dice Moiener es un verdadero aparato de T.S.H Esto no causara ninguna sorpresa a los que conocen ya los trabajos que realizan los zahories mediante la varita de prospección.

“Mi invento consiste en unos dispositivos para prospección subterránea y subacuática por medio de la energía rábdica o magnética personal y sirve para explorar reconocer y analizar los yacimientos de aguas minerales y toda clase de sustancias bajo la superficie del suelo y del agua, y para hacer observaciones y estudios geológicos, geográficos, oceanográficos y limnológicos (exploración de pantanos, estanques, lagos, etc.)

“La rapidez con que se hacen las exploraciones con mis dispositivos permitirá obtener resultados sorprendentes. Yo he llegado a hacer ochenta prospecciones en un día. Esto dispositivos funcionan desde un automóvil en marcha, igualmente desde un tren o buque. Explorando, por tanto, en este último caso la profundidad de las aguas permitirá realizar los sondeos allí donde todavía no han podido hacerse – en cierto paraje del Pacífico, por ejemplo -, y serán de gran utilidad para los buques en días de niebla y evitar abordajes o choques con bancos y escollos.

“Se podrá, con mis dispositivos, explicar derrumbamientos de la Atlántida comprobar la teoría de Vagenet sobre los continentes, si efectivamente permanecen sobre una masa semi pastosa en relativo equilibrio. Asimismo, la teoría formulada sobre la constitución interna de la Tierra, podrá confirmarse o modificarse, según los resultados que se obtengan.

“Mi teoría sobre la cual se han basado los dispositivos está de acuerdo con la novísima teoría electrónica sobre la constitución de la materia. Todo vibra y emite ondas y vibraciones que el hombre, excelente aparato detector, recoge

“He encontrado los dispositivos para vigorizar la energía rábdica o magnetismo personal. Todos poseemos esta energía en estado latente; mi dispositivo la vigoriza. Todos podemos ser zahories; todos podemos investigar las profundidades de la tierra; todos seremos sensibles a esta vibraciones de la materia. Nuestro cuerpo es parecido al fragmnento de acero o de hierro que imantamos para polarizarlo. La energía latente que todos poseemos, mi dispositivo la polariza. Serán escasas las personas insensibles a la energía rábdica; se trata realmente de despertar en nosotros un “sexto sentido”.

“En las exploraciones subterráneas he llegado a explorar, en el Vallès hasta 150.000 metros.”

No hay necesidad de seguir paso los múltiples trabajos realizados durante estos últimos años en la investigación de los fenómenos rabdomanticos, para convencer a aquellos que todavía dudaban de la realidad de los mismos.

Hagamos constar que en España ha habido muchos hombres de ciencia que han contribuido en gran manera el progreso de Rabdología. El doctor Tomás Zamora y Rivas miembro que fue del concurso de zahories, efectuado en Montjuich (Barcelona), a estudiado con amor y entusiasmo las leyes biológicas de estos fenómenos.

“No hay nada de sobrenatural en ello – dicen - todos los fenómenos los físicos y los psíquicos de nuestro organismo obedecen a leyes generales de la materia y de la energía. Esta probada la existencia de la electricidad en los minerales en la tierra, en la atmósfera y en el reino mineral y vegetal.

“La tierra tiene unas corrientes telúricas propias, que se diferencian por completo de las emanadas de las aguas subterráneas. La atmosfera tiene su energía, que disminuye progresivamente según la actitud, pues los 7000 metros ya no existen. Tierra y atmosfera se compenetran entre ellas no existe ninguna separación. Las corrientes telúricas de la Tierra se juntan con la corriente eléctrica de la atmosfera. La materia orgánica y la inorgánica se confunden y la continuidad existe siempre, tanto material como en el energética.

“El fenómeno de la varita adivinatoria, al señalar el agua subterránea es un fenómeno que tiene una parte biológica y otra física; La primera porque se rige según las leyes de la biología; la segunda por lo que afecta a la energía que emana en la corriente subterránea.

“Toda corriente eléctrica según donde y como se aplica produce efectos distintos: aire, frio, calor, luz, fuerza… Aplicada a la varita la energía al pasar a través del organismo humano da una manifestación; al pasar por la Tierra da otra. Es preciso pues hallar la relación entre estas dos manifestaciones teniendo presente otras fuerzas que alteran el fenómeno presentando diversas modalidades.

“Actualmente después de los últimos experimentos realizados se puede afirmar que poseemos la clave del misterio. El estado de la energía en reposo que es el magnetismo, y el estado de la energía de la actividad que es la electricidad, sirven de base para llegar a una conclusión definitiva.

“Todos los fenómenos se explican por el origen de esta energía, y el fenómeno de la varita o del péndulo de los zahories no es una excepción. Concretando: La tierra es un gran selenoide; la atmosfera tiene una tensión: entre ambos hay las corrientes telúricas que obedecen a un origen eléctrico.

“Si por el análisis se demuestra que todo está impregnado en una misma energía, los fenómenos asaz variables que la vida presenta a la observación no son sino manifestaciones diversas de esta misma energía gracias al medio en que se aplican.

“Por esto no debe verse nada de extracientífico en los fenómenos observados en los zahories. La varita en sus manos, actúa como condensador de la energía humana que se siente influenciada por la energía emanada de la corriente subterránea.

“Digámoslo bien alto: La clave del misterio esta en nuestro poder, aquellos que se han burlado de los fenómenos de la varita tienen que rendir ante la evidencia de los hechos, hechos de una manera sagaz y científicamente controlados (6) ” ”

Como puede verse la varita adivinatoria de los antiguos, la que, desde su aparición fue tratada con desdén por los sabios de otros tiempos, ha sido reconocida hoy por la ciencia moderna. Esto prueba una vez más, cuan necia es la actitud de muchos científicos al afirmar dogmáticamente que tales y cuales fenómenos son “pura palabrería” o sandez o fraude y demás expresiones por el estilo.

Digamos Boileau… ¿La causa? La ignoro; veo y esto basta” LKO único que sabemos con certeza es que la varita de los zahories gira en sus manos de una manera cierta porque esta plenamente comprobado.

Y para terminar este capítulo, ahí va la opinión de un ocultista: Puesto que la varita adivinatoria de los antiguos era una cosa real y verdadera, yo creo que debemos continuar fabricándola tal y cual lo hacían ellos.

Recordar que es una cosa bien sencilla: Cortar, a la hora que os venga mejor, una rama de ahorquillada de avellano que es el árbol que da mejores resultados y hacer uso de ella cuando los creáis necesario. Y los resultados serán más o menos satisfactorios según sea vuestra sensibilidad rabdomántica.

NOTAS:

1)
El Éxodo, describe, así el descubrimiento del agua por Moisés: “Y dijo el Señor a Moisés. Adelántate al pueblo y toma contigo de los ancianos de Israel y lleva en tu mano la vara con que heriste el río y anda. Mira que yo estaré allí delante de ti, sobre la piedra de Horeb. Y herirás la piedra y saldrá de ella agua, para que beba el pueblo. Hízolo así Moisés delante de los ancianos de Israel”
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2)
La Physique Occulte ou Traité de la Baguette Divinatoire. París. D`Houry, 1892 (primera edición)
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3)
Claudio Francisco Menestrier, nacido en Lyon en 1685 murió en 1705. En su obra Les Images Enigmatiques, muy buscada por los ocultistas modernos dedica un capítulo muy extenso a la varita adivinatoria bajo este epígrafe. “Des Indications sur la Braguette pour decouvrir les choses les plus cachéces, soit mines, les vols, les assasins, le fidélite conjugal, etc” A,.Lyon. chez Baritel. 1684
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4)
Es la misma historia del magnetismo: ridiculizado de una manera feroz al principio, es hoy una ciencia oficial reconocida. A la Alquimia se le prepara algo parecido. Los sabios todos reconocen ya la posibilidad de hacer oro. ¡Aquello que era considerado como una quimera de la Edad Media! Y por último diremos que la quiromancia se ha tomado ya en consideración y pronto se le rendirán los honores de ciencia experimental, y se le llamará Quiroscopia, para no ofender los oídos de la “gente culta”
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5)
En Junio de 1933 en Haute-Isle (Francia), se celebró el I Congreso Internacional de Radiestesia, en el que concurrieron más de ciento cincuenta hidroscópos o zahoríes. En este concurso, la varita adivinatoria alcanzó un nuevo y resonante triunfo. Entre los concursantes se destacó notablemente un sacerdote, el abate belga Mermet, quien hizo sorprendentes demostraciones con su varita y el péndulo magnético.
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Crítica - Escepticismo

Los experimentos controlados no han confirmado nunca los efectos proclamados, así que los científicos tienden a no tener la confianza en esta práctica y consideran que sus resultados no van más allá del azar:

Estudios desde 1948 como: un estudio que evaluó la habilidad de 58 zahoríes para detectar agua, Una revisión de varios estudios controlados en 1979, Christopher Bird en 1979 con el título de The divinig hand y James Randi, en el libro Flim-Flam!

Un estudio de 1987 y 1988 en Múnich por Hans-Dieter Betz y otros científicos que en declaraciones de Jim T. Enright, consideró que los experimentos proporcionaban "la prueba más convincentemente imaginable en contra de que los radiestesistas puedan hacer lo que afirman". recalcando que el análisis de los datos fue "especial, no convencional y retocados", realizando "análisis más convencionales"[

Más recientemente un estudio en Kassel (Alemania) bajo la dirección de la Gesellschaft zur Wissenschaftlichen Untersuchung von Parawissenschaften (GWUP) [Sociedad para la Investigación Científica de las Paraciencias] y Richard Dawkins realizó un experimento controlado y filmado con diversos rabdomantes, sin que ninguno de ellos consiguiera resultados positivos.

http://es.wikipedia.org/wiki/Radiestesia

NOTA FINAL:

Como toda mancia, la radiestesia lleva en sí la controversia y discusión afanosa de los creyentes y escépticos. Siempre ha sido así a través del tiempo y continúa de la misma manera. La mejor manera de salir de duda es practicarla personalmente y sacar sus propias conclusiones.

Los interesados en este tema pueden consultar más respecto a la Radiestesia en Chile en http://www.sociedadradiestesia.cl
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