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UFOLOGIA, ECONOMIA Y FINANZAS INTERPLANETARIAS
Autor: Mario Díaz Leiva
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El antiguo Kybalion, uno de los principales escritos herméticos del conocimiento esotérico humano señala, como uno de sus principales preceptos, el principio de la correspondencia el cual afirma lo siguiente: “Cómo es arriba es abajo y como es abajo es arriba”. Esta sugerente aseveración y filosófica premisa, toma una fuerza sorprendente cuando se descubre que lógicas de la conducta humana, probablemente, se replican en el accionar de nuestros vecinos del cosmos. Sin duda que es riesgoso pretender que la lógica humana sea similar a la de potenciales inteligencias extraterrestres, pero no debemos olvidar lo que señala la Biblia y otros libros sagrados, “fuimos hechos a su imagen y semejanza”. Esta premisa puede perfectamente asociarse a la forma que tienen los humanos de entender y relacionarse con el entorno que nos rodea, el cual corresponde a una lógica depredadora de los recursos limitados con los que cuenta el planeta. Si fuimos hechos a su “imagen y semejanza” esta conducta perfectamente puede corresponder al comportamiento de alguna raza de potenciales visitantes alienígenas, cuya tecnología nos aventajaría en años luz, pero que a nivel de conciencia y motivaciones pueden ser muy similares a nosotros los humanos.
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Dicho lo anterior, y como requisito para poder entender las argumentaciones que vienen, debemos entender las dinámicas que prevalecen en el funcionamiento de las sociedades humanas. En esta dimensión la economía mundial, que estudia la mejor distribución de los escasos recursos con que cuenta el planeta, y las finanzas internacionales, que estudia los flujos y movimientos de dineros que se dan entre los países y agentes económicos globales, resultan fundamentales.

Incuestionablemente, la economía y las finanzas mundiales responden a un sistema autárquico, es decir las cifras monetarias deben cuadrar, o ajustarse, dentro los límites de nuestro planeta (el planeta es un sistema cerrado desde esta perspectiva), no hay dinero ni bienes que entran del exterior hacia la Tierra o que salen de nuestro planeta hacia el exterior. Evidentemente, en esta argumentación, no consideramos los satélites u otros ingenios que son construidos en la tierra, financiados por organizaciones terrestres y monitoreadas también desde este planeta.

A modo de ejemplo las exportaciones mundiales, son los productos (tangibles) y servicios (intangibles) que los países venden a otros y las importaciones mundiales son los productos y servicios que los países compran a otros, y ya que nuestro planeta es un sistema cerrado las exportaciones deben ser iguales a las importaciones, ya que todo lo que se vende a nivel internacional algún país lo debe comprar, cumpliéndose la autarquía planetaria.
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Si nos fijamos bien, este fenómeno corresponde a una dinámica de “suma cero”, o sea lo que alguien vende, necesariamente alguien lo compra; si alguien recibe ¨ x ¨, es porque alguien se desprendió de ¨ x ¨, ni más ni menos.

En la parte financiera los préstamos, tanto a nivel nacional como internacional, tienen dos actores interrelacionados que permiten su materialización. Por un lado, están los acreedores, quienes son los que otorgan los préstamos (y tienen derechos sobre los deudores) y por otro, los deudores que son los que reciben los prestamos (y tienen deberes que cumplir hacia los acreedores que involucran el pago de la deuda y los intereses). En un sistema autárquico como nuestro planeta Tierra, el total del dinero entregado como prestamos (acreencias) debe ser igual al dinero recibido como prestamos (deudas) en los balances e informes internacionales. Se entiende no; aquí también la dinámica descrita responde a un sistema de ¨suma cero¨.

Como ya lo señalé, lo presentado en los párrafos anteriores tiene una lógica indesmentible, debido a que nuestro planeta representa una unidad económica cerrada, autárquica, de ¨suma cero¨. Sorprendentemente esto que parece tan lógico desde el razonamiento de la economía y las finanzas internacionales, alarmantemente no se está cumpliendo en los últimos años.

Para entender lo anterior debemos conocer primero a Catherine Austin Fitts. Su biografía está disponible en Wikipedia la cual señala que es estadounidense, que se desempeñó como directora administrativa y miembro de la Junta Directiva del banco de inversiones de Wall Street, Dillon, Read & Co., Inc.; también se desempeñó como secretaria adjunta de vivienda / comisionada federal de vivienda en la primera Administración de G.W. Bush y fue la presidenta y fundadora de Hamilton Securities Group, Inc. Además, Catherine tiene una licenciatura de la Universidad de Pennsylvania, una maestría en administración de empresas de la Escuela Wharton y estudió chino en la Universidad China de Hong Kong. Ella publica una columna denominada, Mapping the real deal, en Scoop Media en Nueva Zelanda.

El curriculum de Catherine es prestigioso y, producto de su trabajo, ha analizado los movimientos financieros mundiales durante años, en un nivel de detalle propio de las más exhaustivas auditorias.

Por eso sorprendió mucho cuando en el programa radial estadounidense ¨Coast to coast¨ de George Noory, el año pasado, discutió el estado de la economía estadounidense y evidenciaba que faltan 21 TRILLONES DE DÓLARES en el gobierno de los Estados Unidos (para entender la magnitud de ese monto considérese que corresponde a 80 veces el valor de toda la economía de Chile durante el año 2018).

Austin Fitts ha presentado recientemente un nuevo sitio web en donde presenta toda la documentación relacionada con los fondos faltantes, específicamente del departamento de vivienda y desarrollo y del departamento de defensa de los Estados Unidos, a los que las fuentes oficiales se refieren a ellos como ajustes ¨no documentados¨ para equilibrar los libros contables.

Durante los últimos años, Austin Fitts señalo textual, "el gobierno federal ha violado las leyes de constitución y finanzas federales relacionadas con sus informes", por lo tanto, tenemos que hacer cumplir la constitución, declaró, y responsabilizar al gobierno por estos actos ilegales de desvío de dinero hacia entidades desconocidas¨.

Adicionalmente a este gigantesco forado de dinero, tenemos la oscura situación protagonizada y develada por Elizabeth A. Coleman quien fue nombrada Inspectora General para el Sistema de la Reserva Federal de USA el 6 de mayo de 2007. Como Inspectora General dirige la Oficina del Inspector General (OIG), responsable de promover la economía, la eficiencia y la efectividad dentro de los programas y operaciones de la Junta Directiva de la FED. Las responsabilidades de la OIG también incluyen la prevención y detección de desperdicio, fraude y abuso en la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal. Se supone que la OIG debe cumplir su mandato a través de auditorías, evaluaciones, investigaciones, revisiones legislativas, mientras mantiene informado al Presidente de la Junta y al Congreso estadounidense.

Durante la audiencia del Subcomité de Servicios Financieros sobre Supervisión e Investigaciones del 5 de mayo de 2009, la Sra. Coleman no contestó varias preguntas sobre trillones de dólares de "transacciones fuera de balance" y "extensión de crédito" en el balance general de la Reserva Federal (FED) diciendo que ella estaba realizando una "revisión" (y no una "investigación") "a un nivel bastante alto" y no a los "detalles" específicos, sin embargo esos ¨detalles¨ representaban varios trillones de dólares y recordemos que un trillón, en la norma anglosajona es un millón de millones. Este faltante de dinero nunca se pudo explicar. Los videos de la audiencia se han vuelto virales a través de Internet desde entonces.

Estos dos casos son los que han involucrados los más grandes forados en las finanzas mundiales, pero hay cientos de casos menores que unidos representarían varios trillones de dólares adicionales desaparecidos en los últimos años.

Dichos fondos, tampoco se han explicado como financiamiento secreto para la seguridad nacional estadounidense, cuya validación del detalle es obviamente aprobado por el Presidente y el estado Mayor de USA, manteniendo el secreto por obvias razones de seguridad nacional.

Complementariamente, si es cierto que los viajes a la luna y las misiones robóticas (Curiosity, Pathfinder, Opportuniy, etc) a Marte son falsas, estos constituirán una formidable tapadera financiera para desviar miles de millones de dólares (del presupuesto de la nasa) que posteriormente serían convertidos en oro y así pagar a los acreedores externos al planeta (o mejor dicho inversores interplanetarios), que explicarían el destino de toda la riqueza que está desapareciendo.

En definitiva, ese dinero está saliendo fuera de los límites de nuestro planeta, pero no está saliendo como dólares o euros, está saliendo como oro. A continuación, la trama del oro y como se está remesando fuera de las fronteras de nuestro planeta.

EL ORO DE LOS DIOSES

No es secreto, para los estudiosos de las grandes civilizaciones de la antigüedad, la debilidad que los dioses, de estas culturas, tenían por el oro. Las ofrendas en oro conseguían el beneplácito de estas divinidades tanto para los aztecas, incas, egipcios, sumerios, etc... Rituales y cultos que quedaron grabados a fuego en sus mentes desde las remotas épocas en que los dioses convivían y se mezclaban con ellos. Esas épocas quedaron señaladas en sus escritos como edades doradas, en donde existía una comunicación directa con los dioses extraterrestres, como diría nuestro amigo Von Daniken, y qué explica porque en nuestra psique colectiva, como humanidad, el oro se ha convertido en un arquetipo mundial de riqueza y poder hasta nuestros días.

La siguiente pregunta que surge es, ¿Por qué esos extraterrestres apetecen tanto el dorado metal? Se han aventurado muchas respuestas a esa pregunta, por ejemplo, la expuesta por Zecharia Sitchin en su libro ¨Los Reinos Perdidos¨, específicamente en su capítulo doce, denominado ¨Dioses de lagrimas de oro¨, en donde describe el periplo Anunnaki en nuestro planeta para abastecerse de oro e inyectarlo, a nivel de nanopartículas, en la atmosfera de su planeta de origen.

¿Suena disparatado?, puede ser, es una teoría, pero recordemos que Sitchin (Q.E.P.D.) era uno de los especialistas y traductores más potentes a nivel mundial en escritura cuneiforme sumeria y si bien sufrió mucho desprestigio, no lo pudieron rebatir desde el punto de vista técnico y filológico.

AHORA ESTÁ SALIENDO ORO DE NUESTRO PLANETA HACIA EL EXTERIOR
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No se requiere una maestría en administración de empresas para entender que un inversionista es un tipo de acreedor, ya que este agente económico si bien es dueño del negocio, inyecta dinero o recursos de todo tipo, para que este funcione. Si el negocio tiene éxito, el inversionista retira o remesa las ganancias para su propio beneficio (su motivación al participar del negocio es el lucro). Desde esa perspectiva el negocio ¨paga¨ al inversionista por haber puesto el dinero (papel moneda) o los recursos para que este funcione. Por eso se entiende al inversionista como un tipo de acreedor.

En relación al oro, creo que todos estamos de acuerdo en que a los extraterrestres no les interesa el papel moneda de ningún país de la tierra, por muy poderoso que sea en la Tierra, en la galaxia no debe tener ningún valor; a diferencia del oro, que de hecho constituiría un útil patrón de intercambio (o denominador común) en una eventual red de transacciones interplanetarias (como lo es el dólar americano entre las naciones de nuestro planeta). No obstante, para poder sacarlo del planeta se debe reemplazar con otra fuente de valor y es aquí donde cobrar importancia los ¨trillones de dólares supuestamente perdidos¨.

Esa cantidad inmensa de dinero ha ido a parar, de forma oculta, a los balances de Fort Knox que es la mayor reserva de oro a nivel mundial y que se encuentra en Estados Unidos. A cambio, Fort Knox ha entregado ingentes cantidades de oro a la agencia secreta que, seguramente, coordina esa operación para ser entregada a los ¨dioses
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HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA DE FORT KNOX

Debido a los acuerdos comerciales de Bretton Woods en 1944, y la creación del Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario Internacional), se requería un respaldo a los préstamos que estas nuevas entidades podían dar a todos los países miembros y es por ello que el oro se constituyó en ese respaldo de valor. Se acumularon 20.000 toneladas aportadas por los 122 países miembros, que a la vez eran accionistas de las ya mencionadas entidades.

La agencia de noticias rusa Sputnik news, se preguntaba el cuatro de diciembre del dos mil catorce: ¿Y qué pasó con el oro que los 122 países depositaron en Norteamérica?, realmente nadie lo sabe exactamente. Según la Reserva Federal, en 1945 el Fort Knox llegó a almacenar 20.000 toneladas de oro que se redujeron para el 2013 a 4.175 toneladas. A la vez, según la Web oficial de la Casa de la Moneda de Estados Unidos, hay 5.000 toneladas métricas del oro en las bóvedas del Federal Reserve Bank of New York. Sin embargo, todos estos datos nadie los puede confirmar.

La misma agencia señala que sigue siendo también un misterio lo que pasó con los depósitos de oro en las bóvedas subterráneas del edificio 5 y el 7 del World Trade Center después de la tragedia del 11 de septiembre de 2001. Allí, según la información oficial estaba depositado oro por valor de mil millones de dólares. Sin embargo, se recuperó oro por valor de 230 millones de dólares. En febrero del 2014, el congresista republicano Ron Paul lanzó la voz de alerta anunciando que desde hace 40 años no hay ninguna auditoria del oro en Fort Knox y tampoco desde hace más de 40 años ningún congresista ha podido visitar aquel lugar para verificar la existencia del oro acumulado. Inclusive logró preguntar durante su intervención en el Congreso si realmente había oro en Fort Knox o en el Banco de Reserva de Nueva York.

Adicionalmente, un intento frustrado de Alemania de repatriar 300 toneladas de oro de sus 1.560 toneladas custodiadas en Nueva York, hizo aumentar las dudas sobre los depósitos del oro en Estados Unidos. Lo único que obtuvo Alemania fueron 34 toneladas y promesas de entregar el resto de las 266 toneladas en los próximos siete años. Otros países europeos como Francia, Holanda y Suiza también han buscado repatriar parte de su oro custodiado en Estados Unidos, con muy poco éxito.

El ex sub secretario del Tesoro, Paul Craig Roberts, comentando este episodio escribió textual que “EE.UU. no tiene oro y no puede suministrarlo, por eso ha obligado a Alemania a entender eso y dejar de pedir por su oro”.

Por la situación económica que atravesaba USA, antes de la llegada de Trump, se podría deducir que el Gran Patrón se gastó su oro y el ajeno, pero en realidad nadie sabe lo que realmente está sucediendo en las bóvedas del Fort Knox y en las del Banco de la Reserva Federal. Mientras tanto muchos países están haciendo todo lo posible para repatriar su oro pensando en los difíciles tiempos que se avecinan.

El ex presidente de Venezuela y ahora fallecido Hugo Chávez logró hace unos años recuperar 39 de las 300 toneladas que EEUU guardaba del tesoro venezolano. Pero ¿Lograran los otros países recuperar lo suyo?

Mi hipótesis, es que oro ya no van a recibir porque este se fue al ¨exterior¨, pero dólares sí, que son los que no le cuadran a Austin Fitts y a la Sra. Coleman y también los que puede estar desviando la NASA, según lo expuesto anteriormente.

INVERSIONISTAS INTERPLANETARIOS A LARGUÍSIMO PLAZO (MILES O MILLONES DE AÑOS )

Vamos a suponer una historia que perfectamente pudo haber ocurrido hace millones de años en algún punto del universo, lejos de nuestro planeta. Una civilización tecnológicamente muy avanzada que ya conquistó los viajes interplanetarios, llamémosla Anunnaki (en honor a Sitchin), a través de sus potentes telescopios y otros prodigios técnicos, identificó un puñado de exoplanetas que tienen las condiciones para albergar vida y que, además, en sus entrañas, contienen el preciado oro. Con esta información, comenzarían una primera etapa de ¨siembra de vida¨ en este grupo de planetas incorporando los elementos que permitirían formar los primeros organismos unicelulares, que luego de millones de años darían forma a organismos más avanzados, los cuales seguirían siendo monitoreados por los Anunnaki, hasta ir forjando a través de nuevas intervenciones e hibridaciones, ahora en el ADN y la sangre, la especie dominante (en el caso de la Tierra los humanos).
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Recordemos que, si bien estos procesos pueden tomar cientos o miles de millones de años para los Aunáis, viajando a velocidades cercanas a la luz o saltando pliegues espacio-temporales, solo transcurrirían meses o años. Posteriormente, una vez que la especie humana a forjado civilizaciones relativamente organizadas, los Anunnaki empezarían a intervenir forjando religiones, cultos, ritos y lazos que le permitirían, a través de sus esclavos humanos, extraer todo el oro posible (empieza la cosecha o los beneficios de la inversión) que se encuentra a flor de piel de la tierra a través de las ofrendas de estos pueblos.

Una vez que la mayor parte del oro ya fue retirado del planeta, se alejan y dejan a la especie dominante hasta que ella desarrolle la técnica que le permita sacar el oro de las profundidades del planeta (como ha ocurrido los últimos 200 años) y lo acumule hasta un punto en donde se pueda nuevamente retirar del planeta a través de una operación rentable (segunda cosecha) y bien enmascarada en el entramado de las organizaciones dominantes del planeta.

Para esta segunda cosecha y dado el nivel de inteligencia y suspicacia que ha desarrollado la clase más alta de la sociedad humana, la cual maneja la mayor parte de la riqueza mundial, y que no sobrepasa las 144.000 personas (atención con el bíblico número), se ha decidido usar la técnica del “reemplazo” que consiste en “sacar de circulación” luego de años de seguimiento, estudio y monitoreo, incluso desde la más tierna infancia, a estos individuos y reemplazarlos por clones absolutamente iguales a los reemplazados, tanto física como psicológicamente, en la oscuridad de la noche a través de abducciones y estrategias de invisibilidad, de tal forma que ni los parientes cercanos se darían cuenta de la sustitución.

Este ejército de clones infiltrados, manejaría todos los hilos y acciones necesarias para remesar el oro hacia el exterior en el más profundo de los secretos. ¿Posible?, por supuesto que sí, la tecnología de una civilización que nos lleve un millón de años de ventaja es indistinguible de la magia y probablemente ni siquiera tendríamos los conceptos adecuados para poder describirla hoy.

No es difícil imaginar un futuro lejano con una civilización humana degradada en lo espiritual, pero con un inmenso avance tecnológico, haciendo los mismos planes que sus antiguos ¨dioses-extraterrestres¨. Dichos planes serían aprobados por un crematístico directorio mundial que financiará las expediciones hacia exoplanetas con potencial para “invertir” en ellos.

Lo señalado en este artículo, hasta el momento, es solo una teoría que permite entender y conectar muchos eventos inexplicables del presente y del pasado, una ficción fundamentada en la mente de un eventual “inversionista interestelar” basada en la mentalidad del “depredador humano” hecho a su imagen y semejanza. Como señala El Kybalion, en su principio de correspondencia: “Cómo es arriba es abajo y como es abajo es arriba” y como también señala este mismo libro hermético en su principio de ritmo: “Todo fluye y refluye, todo es cíclico, todo se repite”.

Mario Díaz Leiva
Marzo del 2019
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BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS UTILIZADOS:

•  Reden, Nick (2018). La Estirpe de los dioses, Ediciones Obelisco.

•  https://www.youtube.com/watch?v=p-TEwtgm7Bc&t=202s . Mundo desconocido de José Luis Camacho ¨Es la Deuda propiedad de Entidades Extraterrestres¨.

•  Los tres iniciados, El Kybalión, Editorial: Ediciones Brontes 2018, ISBN: 9788415605164

•  https://en.wikipedia.org/wiki/Catherine_Austin_Fitts

•  https://www.coasttocoastam.com/show/2018/04/01

•  https://mundo.sputniknews.com/opinion/20141204163442908/

•  https://es.wikipedia.org/wiki/Ron_Paul

•  Sitchin, Zecharia (1994), Los Reinos Perdidos, Ediciones Martínez Roca S.A.

•  https://en.wikipedia.org/wiki/Elizabeth_A._Coleman

•  Von Daniken, Erich (1974). El Oro de los Dioses, Ediciones Martínez Roca S.A.

•  Camacho, José Luis (2015). La Conspiración Reptiliana y otras verdades ignoradas. Ediciones Planeta Madrid S.A.
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