El cerro esta a unos mil metros del sitio donde encuentran, cuando se acercan al lugar sienten enormes ganas de vomitar y la descomposición de varios militares de la patrulla es evidente. Araneda indica salir del sector ante la eventual presencia de radioactividad, por lo menos, eso es lo que piensa en esos momentos.
Llega una patrulla de revelo, que una vez informada de la situación se distribuye por las quebradas vecinas en una rigurosa inspección del terreno que rodeaba al cerro de los acontecimientos de la noche anterior. Mientras tanto en las caballerizas el Cabo Valdés seguía en un estado de nerviosismo continuo repitiendo su experiencia al profesor Araneda, igualmente que los integrantes de su patrulla.
SE ENCUENTRA UN TROZO DE METAL
Al volver las patrullas de inspección de los alrededores traen un trozo de metal parecido a un asta de motor, totalmente inusual en una zona tan desabitada como Lluscuma. Araneda a los años después de la experiencia relató el hallazgo de este trozo de metal, al principio calló ya que encontró oportuno hacerlo en aquellos momentos mismos del suceso, dado el alto grado de excitación que existía en todos los estamentos y personas que iban relacionándose con la experiencia vivida por Valdés y su patrulla militar.
Según Araneda este trozo de metal estuvo largo tiempo guardado. Posteriormente se entregó a personal del periódico La Estrella de Arica, con intenciones de hacerlo analizar. De esta misión se encargaron los periodistas Luis Daroch y Luis Maturana. Daroch informó que nadie en la ciudad de Arica pudo determinar si pertenecía a un motor convencional. El material al ser analizado resulta ser aluminio y no representaba ningún signo de óxido y al parecer su quebradura había sido reciente dado el estado del sitio de la rotura.
Como dato anecdótico aunque siempre diciendo que en una investigación todo detalle cuenta, el periodista Luis Daroch durante mucho tiempo se sintió perseguido y la pieza de metal recogida en la Pampa de Lluscuma la llevaba en su coche envuelta en un plástico. Este periodista murió en el año 1985 víctima de un cáncer de páncreas. El trozo de metal no fue encontrado jamás y la única persona que sabía de su existencia era Daroch y un reducido número de personas, entre ellos, el periodista Maturana y el profesor Araneda. Queda aquí ese dato poco mencionado al tratar este caso. ¿Existió realmente este trozo de metal en esta historia? Veremos los que nos dicen los protagonistas más adelante.
EL CABO VALDES SIGUE ALTERADO
El cabo Valdés es bajado de Lluscuma en la ambulancia en un estado de alteración notable. Cae nuevamente en un estado de inconsciencia y comienza a delirar. Grita y expresa frases como: No me hagan daño...La luz, no me lleven..
Araneda pide permiso para invitar a la patrulla a su casa y volver a comentar los hechos una vez pasada las horas, alrededor de una taza de café y en plan familiar junto a su esposa. La petición es autorizada ya que posiblemente Araneda es una de las personas más respetables de la zona, y toda una institución social dentro del pequeño poblado..
Una vez en casa de Araneda, el Cabo Valdés duerme y se despierta más descansado. En esos momentos Araneda nota la barba crecida de Valdés quien reconoce tenerla como de una semana sin rasurarse. En la conversación llega imprevistamente la luz, (la energía eléctrica en Putre llegaba en esos años solo a ciertas horas del día) Al tener los interruptores activados la luz inunda la habitación sorpresivamente y el Cabo Valdés nuevamente entra en un estado de alteración total, comienza a gritar:....la luz...la luz.... la luz...otra vez...la luz. Araneda describe al cabo Valdés aterrorizado y mirando fijamente al televisor que estaba encendido por la acción de la llegada repentina de la energía eléctrica.
OTROS DETALLES POCOS EXPLICADOS DE ESTE CASO
Araneda según su propio relato grabado, logra sacar a luz una serie de detalles que luego en la gran avalancha de noticias nos son tomados en cuenta y se pierden en el olvido y en el paso del tiempo. Las investigaciones posteriores han determinado que el personal de la patrulla militar estaba acompañado de caballos propios para realizar su misión de vigilancia, y existía la presencia de un perro de nombre Huamachuco. Estos animales ante el fenómeno de la luz que baja del cerro y su presencia ante la patrulla militar tienen un curioso comportamiento. Permanecen quietos mirando la luz, casi estáticos, cosa inusual en este tipo de animales. Las orejas se mantenían hacia delante y los caballos soltaron todos sus esfínteres.
La descripción del comportamiento de estos animales es importante ya que están estrechamente relacionadas con el comportamiento de la patrulla militar y algunos matices nunca han sido bien definidos y los analizaremos más adelante.
En conversaciones posteriores con Raúl Salinas este no recuerda un perro en el campamento y menos denominado con este nombre, lo que hace pensar que la prensa de aquellos años confundió nombres y los autores de la información escrita transcribieron datos agregando de su propia cosecha elementos extraños al caso mismo.
INVESTIGACIONES POSTERIORES
La investigación en terreno es la que da a luz una serie de pautas a seguir en la ufología. Cuando ocurrieron estos hechos en Chile no había ninguna organización dedicada al estudio del fenómeno Ovni, solo algún grupúsculo de tipo contactista y con una visión totalmente mística del fenómeno deambulaba por el territorio chileno. Los hechos relatados conmocionaron la sociedad chilena y la televisión en sus programas de mas audiencia trató el tema de la patrulla militar del Cabo Valdés. Uno de estos programas fue Sábados Gigantes del presentador nacional Don Francisco, programa que posee el record Guiness en estos momentos por llevar más de 40 años en candelero interrumpidamente, incluso ahora se emite en ediciones americanas y para todo Centro América. El programa en mención recurrió a investigadores argentinos para conversar con más juicios sobre lo que realmente había pasado a la patrulla militar, para tal efecto viajo el investigador Antonio Las Heras quien recogió varios detalles importantes y que condenso en su libro "Ovnis, los extraterrestres entre nosotros"
Haciendo una recopilación de datos e impresiones tanto sea de este investigador argentino, como posteriormente las investigaciones de Jorge E. Anfruns investigador chileno que también se ha preocupado extensamente de este caso y las propias de este autor que ha estado en varias oportunidades en el lugar de los hechos, es obligado hacerse las siguientes preguntas:
1º Al ser Lluscuma una zona fronteriza con Bolivia, es imposible que haya habido una sola patrulla militar en misión de vigilancia. Las relaciones entre Chile y Bolivia son frágiles lo que nos hace pensar que puede haber más personas relacionadas con el caso.
2º ¿Es posible que una patrulla militar en misión de vigilancia no lleve un equipo de comunicación con su base?
No existen noticias respecto a este punto. Aunque pensamos que se usó este equipo, no aparece registrado en ningún lado. Si existieron comunicaciones o instrucciones con superiores se han reservado sigilosamente y no han trascendido a la opinión pública.
3º En el posterior traslado del Cabo Valdés al Hospital de Arica es registrado una serie de individuos de habla y aspecto americanos que interrogan al cabo Valdés. A pesar que no existe un informe de su estado físico y mental, es lógico que el acontecimiento atraiga al personal de Servicios Especiales Extranjeros (posteriormente hablaremos de la opinión oficial de psiquiatras militar de la época)
4º Se habla del efecto electromagnético de los Ovnis. Esto explicaría que los aparatos de comunicación no funcionaran correctamente ¿pero las armas de fuego que llevaban los militares? En este punto hay que decir que existen testimonios de gente de la localidad de Putre que vieron bajar el armamento de la patrulla con los cañones "retorcidos" a igual que las municiones aplastadas como si un enorme peso hubiera pasado encina. Esta idea anterior ha sido mantenida por muchos investigadores y autores de libros y periodistas relacionados con este caso, pero este punto es trascendental en las discrepancias al termino de los años, cuando el integrante de la patrulla militar Raúl Salinas expreso en más de una oportunidad a quien escribe que no había armas en el campamento, algo increíble y de difícil comprensión para cualquier personal militar en una zona tan conflictiva no solo por las fronteras cercanas sino por el contrabando que motiva este lugar.
5º La patrulla constaba de ocho (o siete) hombres incluido el cabo Valdés, pero en todas las fotos oficiales aparecen cinco. ¿Por qué razón? Según los hechos "oficiales" solo una persona desapareció en la luz. El fenómeno al parecer fue muy selectivo, pero cabe pensar que a lo mejor existen dos personas más afectadas que han tratado de ocultar deliberadamente.
6º Algunas explicaciones extra-oficiales han expresado que nunca se dejo fotografiar el reloj del cabo Valdés, por asuntos de tipo comercial. El reloj llevaría una marca de fábrica y seria una publicidad añadida por todo el mundo si hubiera resultado ileso, o todo lo contrario, igualmente se hubiera utilizado con fines comerciales de ser inverso. Sea de una forma u otra, del reloj se sabe que era digital y nunca se mostró a la prensa abiertamente, lo que sí es cierto es nunca más se supo del famoso aparato del tiempo.
7º ¿Por qué el cabo Valdés fue el único integrante de la patrulla que desfiló el día de las Fuerzas Armadas, el 19 de Septiembre de 1977, delante de las autoridades militares?
Según algunos divulgadores, los integrantes restantes de la patrulla fueron pasados a retiro, pero el periodista Patricio Abusleme determinó que esto no es efectivo. A lo menos seis conscriptos cumplieron su servicio militar completo y no fueron dados de baja después del incidente.
8º ¿Por qué si el Ejército aceptó un informe médico que hablaba de paranoia en el Cabo Valdés siguió perteneciendo a la Institución castrense e incluso ascendido en su grado militar?
9º ¿Qué paso con otros utensilios propios de una patrulla militar, u objetos que acompañan a cualquier persona en un viaje? Hebillas de cinturón, llaveros, monedas, tapaduras dentales, anillos, identificación militar, chapa del cuello militar, etc.
¿EXISTIO UNA CENSURA MILITAR SOBRE ESTE CASO?
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